El Gobierno nacional le informó a los gremios de empleados públicos que no habrá nuevos aumentos salariales hasta fin de año, luego de otorgar un incremento del 2% para agosto y del 1% para septiembre. Al mismo tiempo, busca restringir la aprobación de paritarias en el sector privado, con la intención de evitar subas mayores al 3% mensual.
Esta política, promovida por el ministro de Economía, Luis Caputo, busca frenar la inflación y plantea un escenario de tensiones con los sindicatos. Tanto Rodolfo Aguiar de ATE como Andrés Rodríguez de UPCN criticaron duramente esta medida y advirtieron sobre la caída de los salarios reales de los empleados públicos desde el inicio de la gestión de Milei.
Además, el Gobierno pretende reglamentar la reforma laboral incluida en la Ley de Bases, con el objetivo de flexibilizar las obligaciones de los empleadores. El ministro de Desregulación, Sturzenegger, explicó que el nuevo marco legal permitirá a las partes salirse de la Ley de Contrato de Trabajo en lo que refiere a los despidos, otorgando mayor flexibilidad a las empresas de todos los tamaños.